A sólo horas de haber celebrado el “Día Internacional de la Educación Ambiental”, hoy 28 de enero nos reunimos para conmemorar el “Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2” o también conocido como el “Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre” y es que la ONU ha designado este día clave para frenar las emisiones y tomar decisiones para cuidar nuestro planeta, así como generar conciencia en la ciudadanía respecto al cambio climático y los problemas medioambientales que esto genera.
Hoy reducir las emisiones de CO2 es el principal objetivo planetario, esto ya que el exceso de este gas es el gran causante del calentamiento de la atmósfera por efecto invernadero y es por ello que el mundo está pendiente de las emisiones de dióxido de carbono, ahora mucho más que antes y pese esta problemática se da en mayor parte por las emisiones de gases producto de grandes empresas, también nosotros, en nuestro diario vivir, podemos reducir la huella de carbono.
A continuación, te dejamos algunos sencillos consejos para esto:
1. En la alimentación: al consumir productos locales o comprar en los negocios de tu barrio, se evita el traslado de grandes mercaderías, lo que se traduce en la disminución de la huella de carbono; asimismo se logra la reducción comiendo menos carnes y es que las heces y gases que emiten algunos animales, liberan más gases (metano) que los transportes.
2. En el transporte: la gran cantidad de automóviles circulando son hoy uno de los principales culpables de la huella de carbono, pero ésta se puede reducir con gestos tan simples como manteniendo tu coche en buenas condiciones, además de considerar utilizarlo sólo si es necesario, optar dentro de los posible por los sistemas de transporte público que tiene tu ciudad o ecológicos (como bicicleta o scooter) o también ayudar a llevar otros compañeros a sus escuelas, lugares de trabajo, etc, y de esta forma evitar circulen 4 autos con sólo el conductor en su interior.
3. En tu hogar: con gestos tan sencillos como las tres R (reducir, reutilizar y reciclar), evitar botellas y bolsas plásticas, desconectando los aparatos eléctricos en desuso, manteniendo limpio tu refrigerador, apagando las luces en habitaciones vacías, ocupando al máximo la luz natural o cambiando las bombillas a las ampolletas ecológicas, todos estos gestos, a veces tan comunes y simples, ayudan a la reducción de generación de dióxido de carbono.
Si bien sabemos que un problema a nivel global, también es cierto que todos podemos ayudar de alguna forma, aprendiendo y capacitando a nuestro alrededor, ya sea en el entorno familiar, social o laboral, pero seamos hoy parte de la solución.